-“Los jóvenes de hoy día ya no luchan por nada, sólo quieren las cosas hechas, “machacaito” para no tener que esforzarse…” Cuántas veces he escuchado esta frase…
Demasiado fácil están las cosas hoy día, siempre lo he pensado. Tan fácil que no hace falta luchar por un trabajo. Sales a la calle y te tiran los contratos, cual bragas a Jesulín, a todos los jóvenes nos pasa, ya lo sabéis…
Lo de la vivienda es un caso aparte. No sé de qué nos quejamos, si cualquier vivienda hoy día está al alcance de nuestras manos. Sólo tienes que tener un trabajo fijo, por supuesto, y acreditarlo con nóminas y más nóminas de antigüedad, no vaya a ser que te acaben de dar el contrato y te dure lo mismo que las credenciales del reciente Premio Nobel de la Paz. Después de esto, el resto es pan comido, pagar durante TODA tu vida una vivienda, pero tranquilo, que cuando llegues a los 67 años podrás disfrutarla, porque con un poco de suerte, será en esa edad cuando se unan jubilación y vivienda en propiedad.
“Un poco” cansado están los jóvenes, pero esto no sólo los influye a ellos, no nos equivoquemos, esto amenaza a todo el pueblo. Una vivienda nueva no es sólo para los jóvenes que acaban de salir de estudiar y salen al mundo laboral. La vivienda es para la familia que aumenta (porque se vaya la abuela a vivir, porque nazca un bebé, porque la nuera se viene a casa) para la familia que cambia de ciudad, para el matrimonio mayor que quiere tener su jubilación al lado de la playa y no puede, porque seamos claros, con 60 años ¿qué banco te da una hipoteca?
Con veintitantos, treinta y tantos, cuarenta y pocos años…el país está lleno de parados que no encuentran nada. La crisis se ha llevado por delante negocios, empresas, puestos de trabajo, y por supuesto, ilusiones.
¿Y quién tiene la culpa? Sería fácil echarle la culpa a los mismo jóvenes, porque está claro que son ellos los que no quieren ni trabajar ni estudiar (generación NINI) pero la cruda realidad de los números es que los jóvenes no pueden tener ni trabajo ni casa (generación NINI 2.0)
El gobierno ha hecho los reajustes menos sociales de la historia de la democracia: recortes a la economía pública, recortes de derechos constitucionales (Ley Sinde), aumento de la edad de jubilación a 67 años, recorte del salario del funcionariado… Pero lo que de verdad molesta, es que cuando ha tenido problemas financieros cualquier banco español, es de las arcas nacionales de donde sale el dinero para reflotarlos, el dinero que nosotros pagamos al estado.
Es decir, los bancos se hunden, después de invertir y enriquecerse con nuestro dinero, para que luego, cuando la crisis les aprieta, los salve el gobierno también con nuestro dinero.
El pueblo se ha cansado. Se ha cansado de tener que acabar las frases con una broma (muy ibérico) para no tener que echarse a llorar. Cansado de tener que ir de ayuda en ayuda para sobrevivir, de pagar una hipoteca durante toda tu vida y encogerse de hombros cuando te dan a firmar el contrato de por vida, sufriendo en las subidas y bajadas del Euribor. Cansados de mirar para otro lado cuando la televisión, esa gran amiga del gobierno, te mete por los ojos a la Esteban, al Sálvame o los Supervivientes, cuando el pueblo está en la calle manifestándose masivamente pidiendo una DEMOCRACIA REAL Y DE VERDAD.
El pueblo tiene ahora lo que durante años se ha labrado con su desidia, ahora nos toca volver a a la calle, como hicieron nuestros padres , para conseguir el cambio que necesitamos, conseguir UNA DEMOCRACIA REAL.
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