miércoles, 25 de mayo de 2011

Acampadas

Y llegue a esperar que el pueblo entero saliese a la calle …

Y llegué a llorar de pensar que todo esto fuese verdad. Llegué a creer en personas que no conozco, en las voces de jóvenes, niños y mayores que se reunieron pidiendo algo que yo olvidé que existía.

Tengo el recuerdo de mucha gente levantando las manos, de mucha gente gritando por lo mismo, de mucha gente pidiendo el cambio, pidiendo despojar esa careta que oculta tanta desidia hacia el pueblo, tanta indiferencia y tanta corrupción.

Un 15 de Mayo se ha plantado una semilla y en cuestión de una semana ha germinado en miles de corazones. De nosotros depende que sirva para conseguir ese cambio, que sirva de verdad para demostrar a todo el mundo, y a nosotros mismos, que somos capaces de todo. No nos confundamos, nunca lo hagamos, no representamos a un partido político, ni a unos líderes ni mucho menos unos resultados electorales. Nosotros estamos por encima de todo eso, por encima de la izquierda o la derecha “nosotros vamos pa’lante”.

Hemos creado la máquina perfecta, [invencible!] porque nuestras similitudes nos unen y nuestras diferencias nos potencian haciéndonos fuertes.

Hoy sé muchas cosas nuevas. Sé que existe gente que va puerta por puerta llevando nuestros ideales. Sé que hay gente que va abriendo el paso de esta generación y las venideras.

Hoy sé que existe gente que lucha por mis derechos, gente que se deja el alma noche tras noche en el duro suelo de una plaza y que pierde el sueño en pensar cómo mejorar nuestras vidas, gente que deja de lado su vida por conseguir que se haga justicia de verdad.

Hoy más que nunca sé que no existe ningún político, orador o sindicato que me represente. Hoy sé que no existe nadie que pueda ser mejor representante para mí que mi propio pueblo.

Gracias acampadas y sobre todo gracias a los que lo hacéis posible.

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